viernes, 18 de septiembre de 2009

Un ejemplo absurdo de capitalismo del desperdicio


Ardevon. Productores franceses usaron 300 tractores para derramar 3.5 millones de litros de leche en el campo, en protesta por la caída de precios del líquido, una medida igual a la adoptada el miércoles en Bélgica. Ap

¿Qué acaso no sería racional, justo y ético destinar los excedentes de producción a la población necesitada de las naciones subdesarrolladas? ¿Y para qué sirven los organismos económicos internacionales para estos casos extremos de desequilibrios de precios, oferta y demanda?... Y todavía hay quienes creen que existe la "mano invisible" que ordena todo en el mercado... ¡El mercado es obra humana, no de Dios!