viernes, 14 de septiembre de 2007

¿IDEA DE ÉXITO ó ÉXITO DE LA IDEA?


¿IDEA DE ÉXITO ó ÉXITO DE LA IDEA?

Por Rodolfo Díaz Castañeda
rdiazcas13@psicom.uson.mx

En los recientes estudios sobre el error humano que Fernando Trías de Bes realiza entre los emprendedores, arrojaron resultados interesantes que da a conocer en su reciente investigación: “El Libro Negro del emprendedor”. Bien sostiene: “Casi todo negocio arranca con algo que se nos ocurre de repente, un producto que vemos en el extranjero y que nadie a lanzado en nuestro país … no importa. A nadie se le escapa que éste es el detonante. El problema es la excesiva importancia que se le otorga como factor explicativo del éxito o del fracaso. Si la idea es buena, el negocio será un éxito. Y si resultó ser mala, todo lo contrario. La realidad no es tan simple”. Habrá, pues, que observar el comportamiento de los emprendedores y cuestionar tanta “mitificación” de la Filosofía del Éxito muy en moda en los medios de comunicación masiva.

Y es que existen emprendedores que cuando tienen una idea en proyecto a emprender se asemejan a ese personaje curioso de la película El señor de los anillos - Gollum, el del grito: ¡Mi tesorooooo! ¡Mi tesorooooo!). No lo muestran a nadie, y antes de explicarla te obligan a perjurar que la mantendrás en silencio. Esta actitud es un error absoluto. Casi toda idea, por muy original y nueva que sea, o se parezca, ya antes ha sido pensada y descartada por otro. Así que lo recomendable no es esconderla, al contrario: Hay que explicarla al máximo de personas, y, poder ser así, pertenecientes al sector de actividad donde vamos a emprender. De ese modo, podrá averiguarse por qué nuestra idea -que nos parecía genial- no lo es tanto. Eso es lo mejor que le puede pasar a alguien que emprende una idea: Que nadie esté de acuerdo con que sea buena la idea.

Recomendación: No esconder la idea al estilo Gollum, sino al contrario, hay que exponerla al mayor número de personas. Los “peros” de otros tienen un gran valor. Hay tomar notar y escuchar con atención qué inconvenientes ven a la idea en proyecto. Éste es un buen sistema para detectar a tiempo los obstáculos que se tendrán que afrontar.

“Hay algo que ningún emprendedor debe olvidar: Jamás le podrán quitar su mirada. Podríamos hacer un simil con el arte. Si le damos a dos escultores el mismo bloque de piedra (recursos) y les pedimos que hagan un busto de un modelo (la idea), el resultado nunca será el mismo porque la mirada, la forma de entender la realidad, surge del artista. Un negocio es una mirada genuina sobre una idea cualquiera y no una mirada asustada sobre una idea descomunal”. Como bien recomienda Trías de Bes en su reciente colaboración a EP[S], “Sólo un infeliz confía en su idea” (09.09.2007).

Hay buenas ideas que, debido a que se enmarcaron en modelos de negocio poco apropiados, fracasaron. Lastima, es una pena. Teníamos una buena idea, le dimos la forma apropiada, pero le pusimos el chasis que no correspondía. Para cada idea hay modelos de negocio que la hacen viable y otros que la hacen inviable. Por modelo entendemos el modo en que nos relacionamos con las personas, instituciones, proveedores, clientes, socios, colegas, distribuidores, etcétera. A la hora de emprender un proyecto y/o negocio, las relaciones lo son casi todo. Una idea para un proyecto y/o negocio no puede entenderse al margen de estas relaciones.

En el mundo, hay muchas personas emprendedores con ideas mediocres, pero con una capacidad inusual para diseñar proyectos -o en su caso modelos de negocio- que funcionan. A éstas personas suele irles mejor que a emprendedores de grandes ideas. Más vale una idea mediocre brillantemente implementada que una idea brillante mediocremente implementada.

¿IDEA DE ÉXITO ó ÉXITO DE LA IDEA?