

Hagamos algo con verdadero valor para México, algo que de verdad demuestre que estamos unidos, y en desacuerdo con la manera de combatir la seguridad.
Este 15 y 16 de septiembre démosle la espalda a nuestros gobernantes. Que sientan nuestra indignación.
Dejemos que ellos solos celebren las fiestas patrias.
Que por primera vez en la historia de nuestro país, el Grito de Independencia y Libertad sea un gran silencio de inconformidad y disgusto.
Que sientan los principales líderes políticos y mandatarios de este país que nosotros también podemos darles la espalda... Que el silencio sepulcral les conmueva en algo sus conciencias, para que al menos reaccionen y sepan lo que es tener a una Nación secuestrada.
No estamos en tiempos de gritar ¡VIVA MÉXICO!, ni de festejar nada, ni de ir
aplaudirle al Ejercito ni a un Mandatario, un supuesto gobernante, que no han sabido ni podido controlar una crisis de más de tres décadas, ni darnos bienestar y estabilidad. Ni mucho menos seguridad.
Así que unámonos a la causa de El Grito del Silencio del 15 de Septiembre, que no haya “grito patriotero” sino un Gran Silencio de Indignación y reclamo.
Dejemos solos a los falsos gobernadores y mandatarios en sus respectivas plazas, que den su grito al aire y se lo crean ellos.
Únete de verdad a este movimiento histórico Por el Bien de la Nación, de tu familia, de tu comunidad, de tu estado, de tu vida y del país en que vivimos todos.
Este 15 de Septiembre. No va haber grito, va haber silencio, por México.