martes, 28 de agosto de 2007

LAS DOS CARAS DE LA CORRUPCIÓN

Las dos caras de la corrupción

El fenómeno de la corrupción que tanto daño hace a la ciudadanía, a las familias y empresas justas, es uno de los tópicos que en mi agenda contemplo criticar con periodicidad; ahora lo haré aprovechando la atenta exhortación que nuestro colega Oscar Sicre hizo cuando relató un caso de corrupción privada que seguido se observa en el monopolio de Telmex.

También Sandra Hurtado Abril explica un caso de fraude que continuamente sucede en el uso de las ofertas de créditos de bancos, industria y empresas comerciales. Hay tantos ejemplos de fraudes y casos de corrupción que si Usted sabe de uno (o ha padecido), bien haría en comunicárnoslo, para que lo sepa la opinión pública, y así sumarse al despertar de una ciudadanía hastiada de tanta corrupción a la mexicana.

El hecho es que cada vez vemos más casos en que la ciudadanía, como usuaria o consumidora de mercancías y servicios (públicos y privados), manifiesta públicamente su malestar ante los efectos negativos que conllevan las acciones de corrupción de todo tipo; la nefasta cultura de corrupción que padecemos tiene, como nuestra moneda nacional, sus dos caras de presentación: La pública y la privada. Hasta ahora, sabemos más como funciona la corrupción política y un poco menos de la corrupción privada, aunque igual (si es que no más) de nefasta y perniciosa.

Para no ir tan lejos, recientemente un directivo de la DEA que opera en México afirmó que la corrupción pulula en todos los cuerpos de seguridad nacional imposibilitando el combate contra el narcotráfico y el crimen organizado. Lo que son las cosas: Ahora resulta que allá, “al otro lado”, en las tierras del “american dream” no existen eso flagelos que tanto malestar social provocan. Siempre salen con el mismo guión: Nosotros (los no-gringos) somos los “feos” y “malos”, ellos los “buenos”... Y para que vea como son ambivalentes nuestros vecinos: Moisés Naim, director de la revista norteamericana Foreign Policy de gran influencia ideológica en EEUU, acaba de publicar un artículo controversial a favor de la corrupción, en línea consecuente con el más feroz neoliberalismo económico, propone: “La corrupción es consustancial a la humanidad y por eso tan antigua como ella, con lo que es imposible de determinar y de medir, y oponerse a ella no es sólo inútil sino perverso por los efectos negativos que esa genera”.

Las leyes contra la corrupción, los códigos de conducta empresarial, las ONG y quienes luchan por mantener comportamientos éticos en las actividades económicas y políticas –transparencia, cumplimiento fiscal, etcétera- son para este sujeto, causantes de múltiples daños colaterales al “pretender restringir la cultura del soborno y la codicia”. Más enfático, afirma: “La guerra contra la corrupción está minando la democracia”.

Para él los grandes protagonistas de la corrupción son Kim Young Sam, Helmut Khol, Alain Juppé, Bettino Craxi, Carlos Salinas de Gortari, Carlos Menem y otros tantos líderes latinoamericanos. Que curioso, ni una sola mención a líderes norteamericanos, menos de empresas famosas en corrupción privada: Enron, Hallburton, Parmalat, el tremendo fraude de la Bolsa de Valores (que por más de veinte años blanqueaba dinero con los ahorros de pequeños inversionistas) y de otros tantos casos de corrupción privada que forman la hoy denominada “cleptocracia mundial” o de guante blanco como nunca antes se había conocido.

De hecho, tanto la corrupción privada (económico-empresarial) como la corrupción política (gubernamental) en la actualidad se les deberían de ubicar desde la perspectiva de la “corrupción sistémica”,como un fenómeno endémico de los sistemas de mercados capitalistas a corregir mediante reales políticas públicas de Estado de Derecho.

Soslayando los factores culturales e ideológicos determinantes de un sistema de corrupción al que considera normal (de la condición humana) el mencionado ideólogo norteamericano que tiene ya sus admiradores en México, procede a justificar la corrupción sistémica elogiando lo que para él serían sus cualidades. Su tesis: “La prosperidad coexiste con niveles importantes de corrupción justamente en los países de más crecimiento”; ejemplifica: China, India, Tailandia... Obviamente para nada menciona a los EEUU. Y para colmo, todavía cuestiona: “¿Cómo vamos a descalificar un sistema que nos hace vivir y progresar?”. Lo que trata de decir el director de Foreign Policy es que, en una época de liberación de las leyes del mercado capitalista, como la que estamos viviendo en México, la competencia se vuelve implacable, virtuosa e infrenable; así, en esa lógica de razonamiento, todo intento de moralización de los mercados privados serían solamente muestras de compasión y debilidad... ¿Cómo la ve?

lunes, 27 de agosto de 2007

ROSTROS DE METRÓPOLIS

ROSTROS DE METRÓPOLIS *

Parte 1

Nos guste o no debemos aceptar que Hermosillo es una gran ciudad que vive los signos de una metrópoli en un mundo globalizado: Superpoblación urbana, crecimiento caótico y desigual.Como ciudadanía padecemos ya una serie de problemas cotidianos que podría convertirse en un “rosario de penitencia” si éstos no son atendidos con responsabilidad política, con inteligencia y consenso de la comunidad.

De lo contrario, los costos y riesgos de superpoblación, caos y carencia de servicios públicos básicos serán los tristes rostros de la ya prácticamente “metrópolis” de Sonora: Hermosillo.

Y, a propósito, ¿qué clase de “metrópolis” seremos en los próximos años? Para empezar hagamos un poco de memoria y recordemos que la noción de ser ciudadanos metropolitanos proviene de “Metrópolis”, de aquella magistral película de Fritz Lang de inicios del siglo XX que, por su sentido futurista, quedó en el imaginario colectivo.
En ese entonces, imagínese, solamente el 10% de la población de la Tierra vivía en ciudades, a excepción de Nueva York, Londres, París o Moscú que tenían una densidad millonaria. Hoy, a un siglo de distancia, más o menos un 50% de la población mundial vive ya en grandes ciudades.

Cabe destacar que la mayoría de las concentraciones urbanas crecen frenéticamente en los países pobres y, en términos de arquitectura, urbanística y demografía, a las ciudades del futuro ya no se les llamará “metrópolis”, sino “megalópolis”, no sólo por cuestión poblacional, sino, sobre todo, por sus consecuencias sociales y culturales en las personas.

Según las estadísticas mundiales, de las 33 megalópolis previstas en este primer decenio del siglo XXI, 27 de ellas tendrán más de 15 millones de habitantes y estarán ubicadas en los denominados países subdesarrollados (19 en Asia); sólo Tokio y Nueva York podrán ser consideradas como ciudades ricas en la lista de las más grandes del mundo.

Mucha gente aquí en nuestra naranjada ciudad ni idea tiene de lo que se nos aproxima con esto de convertirnos en orgullosos metropolitanos al estilo “american way of life”; en su mayoría, existe una idea distorsionada, romántica y peliculesca de lo que es una metrópolis futurista, seguramente por influencia de los medios de comunicación masiva, en especial del cine y la ciencia-ficción, desde “Metrópolis” hasta “Blade Runner” y “Matrix”, quizá, por tanta mitificación de las bondades de la modernidad.

Imágenes que en gran medida han incidido en esta visión equivocada al momento de imaginar el futuro al momento de imaginar el futuro de la ciudad entendida como metrópolis, al no deparar en la realidad anárquica que conlleva el desmedido crecimiento urbano que engulle y asfixia los sentidos de los seres humanos.

Es una cruda realidad que poco a poco, pero exorablemente, asfalta al mundo, ya sólo abarcable “a ojo de buen satélite”; como bien diría el prestigiado fotógrafo Robert Polidori en su reciente publicación “Metrópoli”, en imágenes impresionantes que reflejan la espectacular mutación de lo “metro” hacia lo “mega”.
Definitivamente, la idea de ciudad ha cambiado en este siglo XXI de globalización y crisis de cambios.

A tal grado hemos legado que, ahora, el punto límite de la idea y de la identidad de la ciudad se sitúa en los 10 millones de habitantes.
Más allá de esa identidad; más allá de los semáforos, las autopistas de circulación, de los suburbios, los centros residenciales, los centros comerciales y las áreas industriales; más allá de la metrópoli fotografiable, empiezan a borrarse los perfiles de la ciudad y a dibujarse la nueva realidad de unas megalópolis que ya sólo pueden captarse por las cámaras del satélite o por las grandes estadísticas de la globalización.
También el arquitecto R. Koolhaas en su libro “Content”, basándose e gráficos y fotografías nocturnas del planeta visto desde una ventana del Apolo 16, nos muestra ese nuevo contexto megaurbano que ya no pueden captar las cámaras ordinarias.

Visto así, ya no son ciudades, ni siquiera áreas metropolitanas, sino nuevas e inéditas geografías urbanas, económicas, financieras y poblaciones de asfalto; techumbres, tráfico y “junkes-space” que de ninguna manera encajan en la tipología de metrópolis que hasta ahora conocemos; son las nuevas realidades que exigen para los nuevos atlas del mundo nomenclaturas y visiones muy distintas a las del siglo XX.

Para ir haciéndonos a la idea, ahí están las nuevas hiperrealidades que se llaman “Tokaido” (Tokio-Kioto), con 60 millones de habitantes y un área de 45 mil km2; “Boswash” (Boston-Washington), con 39 millones de habitantes 87 mil km2; “Eurocore” (en Europa), con 32 millones de habitantes y 43 mil km2; “Saorio” (Sao Paulo-Río de Janeiro), el delta del Ganges, el delta del Río Azul, el triangulo Pekín-Tianjín-Tangshan y demás megalópolis concentradas, digamos hiperáreas megapolitanas en espera de un nuevo concepto arquitectónico, que de entrada arruinan todos nuestros viejos mapamundis escolares.

Y mientras llegan esos lúgubres días, mejor lo invito a la próxima edición. Hasta pronto.

* (09.042005 El Imparcial)

Rostros de metrópolis

Parte 2

Si en los próximos años Hermosillo adquirirá los rasgos de una metrópolis, debemos preguntarnos: ¿Qué tipo de arquitectura urbana dibujará la metrópoli de Sonora en la cual nos convertiremos? ¿Llegará a ser una “ciudad global” o simplemente una casi metrópoli tercermundista con inseguridad ciudadana y zonas de marginación?

Las magníficas fotografías del Atlas de Koolhaas sobre la visión nocturna del planeta son como para ponerse a pensar en el lado oscuro del futuro urbano que nos depara la globalización; son imágenes que permiten distinguir a las “ciudades globales” de las concentraciones urbanas que han quedado rezagadas de la globalización.

Imágenes que evidencian las nuevas fronteras: Por un lado, ciudades con luces potentes y expansivas como gigantescas neuronas que a finales del siglo XX supieron reconvertirse en “ciudades globales”; por el otro, el brillo opaco y monótono de unas ciudades millonarias, sí, pero cuyas luces se extinguen al final de las periferias pobres e intransitivas autopistas.
Las “ciudades globales” del siglo XXI serán la nueva frontera entre los distintos mundos en los que todavía se divide este planeta construido con desbocada urbanización. Serán las ciudades que emiten las inconfundibles luces de la opulencia metropolitana, el resplandor de las telecomunicaciones, los parpadeos de esas infinitas pantallas que sostienen las economías en red; espacios de confluencia y competencia de las multinacionales “cuyo centro está en todas las partes y su circunferencia en ninguna”, cómo dirían Pascal y Borges; puntos geográficos de convergencia de la realidad y la virtualidad, de “chispazos de las conexiones entre las ciudades informacionales”, como diría Manuel Castells en su obra “La Cuestión Urbana”.

Las nuevas ciudades globales, son así –globales- porque están sincronizadas en tiempo real con todas y cada una de las ciudades de la globalización; sus ritmos productivos, financieros y consumistas ya sólo saben funcionar on-line. Donde los arquitectos e ingenieros urbanistas aunque no se ponen de acuerdo en el futuro urbano, reproducen mecánicamente siempre el mismo modelo (“american dream”) de ciudad.

Por otro lado, están esas otras ciudades maravillosamente fotografiadas por R. Polidori en toda su decadencia, situadas en la otra orilla de los telepuertos de esas bulímicas ciudades globales e informacionales: Metrópolis periféricas, intransitivas e inseguras que son, en rigor, las nuevas provincias del Imperio de la Globalización; no sólo nos hablan de las nuevas fronteras de ese atlas nocturno que ya no divide el mundo por continentes, estados, culturas, naciones, lenguas o regiones, sino por redes megalopolitanas de expansión.
Metrópolis que cuando se apagan las luces y llega el alba, se ve la miseria de unas arquitecturas que muchas veces son sólo arquitecturas de la miseria.

¿Qué podemos hacer nosotros, simples y sencillos ciudadanos, ante semejante proceso de urbanización desbocada en medio de la globalización? ¿Qué puede hacer la Arquitectura cuando la realidad indica que el planeta va por su lado caótico y no se deja influir ni determinar por muy buenas intenciones que tengan los proyectos medioambientalistas y humanistas de urbanización? Sinceramente no tengo respuesta, pero lo que sí sé, es que hubo un tiempo, lo recuerdo muy bien, en que la Filosofía quería cambiar el mundo, pero como el mundo no se dejaba, los filósofos decidieron mejor cambiar de conversación; otros, en cambio, desencantados optaron por escribir bellos poemas de amor. Así, la Arquitectura, al menos los arquitectos más modernos e informatizados, sigue empeñándose, a estas vertiginosas alturas megalopolitanas de la globalización, en cambiar la superficie habitable del planeta, sin darse cuenta que, en realidad, han cambiado de conversación. Sólo hacen bellos poemas de acero, cemento, aluminio y vidrio, en medio de esas caóticas placas tectónicas que, miré nomás por dónde, resultan ser sólo arquitecturas de sociedades anónimas: Firmadas por el dios megaeconómico del mercado pluscapitalista que rige las gigantescas fuerzas globales del planeta, que a toda luz, están cambiando el paisaje de la naturaleza y de las ciudades.En síntesis: ¿En nombre de qué Dios piensan los arquitectos e ingenieros urbanistas al momento de trazar las líneas de la futura metrópolis de Sonora?

jueves, 23 de agosto de 2007

EL DISEÑO DE PROYECTO DE INVESTIGACIÓN



EL DISEÑO DE PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
Dr. Rodolfo Díaz Castañeda
Universidad de Sonora
rdiazcas13@psicom.uson.mx

Las siguientes pautas no son con la intención de crear modelos que se adapten al trabajo de formulación de proyectos de investigación que podrían ser en un futuro próximo monografías de grado. Son con el objetivo de ilustrar y planear paso a paso el proceso de elaboración de un proyecto, teniendo en cuenta que el todo es la esencia del proceso de investigación y no aislar conceptos ni partes del mismo a elaboraciones secundarias dando prioridad a otros. El cuerpo del proyecto debe ser secuencial y sistemático del proceso de los elementos comunicantes que determinará el éxito del proyecto.

Es una pauta de seguimiento y construcción que se debe tener en cuenta para que el proyecto logre concretizarse y posibilite la realización de una ciencia determinada.
Que todo lo expuesto en estas líneas sea el verdadero reflejo de un trabajo de investigación y no la simple transcripción de información de un texto a estas páginas.

Espero contribuir, aunque sea en mínima parte, a la realización de sus proyectos de investigación en el campo de la Comunicación Educativa.



ESQUEMA PARA LA ELABORACIÓN DE UN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

I.- EL PROBLEMA.

A. Título descriptivo del proyecto.
B. Formulación del problema.
C. Objetivos de la investigación.
D. Justificación.
E. Limitaciones

II.-MARCO DE REFERENCIA.
A. Fundamentos teóricos.
B. Antecedentes del problema.
C. Elaboración de Hipótesis.
D. Identificación de las variables.

III.-METODOLOGÍA.
A. Diseño de técnicas de recolección de información.
B. Población y muestra.
C. Técnicas de análisis.
D. Indice analítico tentativo del proyecto.
E. Guía de trabajo de campo.

IV.-ASPECTOS ADMINISTRATIVOS.
A. Recursos humanos.
B. Presupuesto.
C. Cronograma.

V.- BIBLIOGRAFÍA.



I.- EL PROBLEMA.

Lo primero que debe interesar es conocer, saber, que será investigado: ¿Por qué?, ¿para qué?, ¿cuál es el valor o la importancia del hecho o fenómeno a investigar?. Comunicar si la investigación a realizar tiene criterios de prioridad, novedad, oportunidad, conformismo o comportamiento.

A. Título descriptivo del proyecto.

El título de la investigación a realizar, debe ser claro, preciso y completo. Está destinado a indicar dónde, qué, cómo y cuándo, en forma clara y sucinta indica el lugar a que se refieren los datos, el fenómeno que se presenta, las variables que sé interrelacionan, y la fecha a que se refiere la información.

B. Formulación del problema.

¿Qué entendemos por formular un problema? Partamos del siguiente criterio: formular un problema es caracterizarlo, definirlo, enmarcarlo teóricamente, sugerir propuestas de solución para ser demostradas, establecer unas fuentes de información y unos métodos para recoger y procesar dicha información. La caracterización o definición del problema nos conduce otorgarle un título, en el cual de la manera más clara y denotativa indiquemos los elementos que le son esenciales.

La formulación del problema, es la estructuración de toda la investigación, de tal forma que uno de sus componentes resulte parte de un todo y que ese todo forme un cuerpo que tenga lógica de investigación. Se debe, por lo tanto, sintetizar la cuestión proyectada para investigar, generalmente a través de un interrogante.

En primer lugar, deberá revisarse si el problema es susceptible de resolverse mediante una investigación. Puede inquirirse sobre la significación del problema, es decir, si su solución representa una aportación importante al campo de estudios y si puede abrir nuevos caminos. Se aconseja además preguntarse: ¿Es un problema nuevo o ya existen trabajos sobre él? En este caso: ¿Las soluciones son pertinentes? ¿Está adecuadamente planteado el problema? ¿Cuáles hipótesis se pretenden confirmar? ¿Los términos están suficientemente definidos? ¿Vale la pena emplear tiempo y esfuerzo en su solución, aunque esta sea provisional?

C.- Objetivos de la investigación.

Presupone el logro esperado para las respuestas expresadas en la hipótesis. Es el propósito de la investigación. Responde a la pregunta: ¿PARA QUÉ?, ¿QUÉ SE BUSCA CON LA INVESTIGACIÓN?. Un objetivo debe redactarse con verbos en infinitivo que se puedan evaluar, verificar, refutar en un momento dado. Existen seis categorías: Memoria, comprensión, aplicación, análisis, síntesis y evaluación. Es pertinente redactar uno de cada categoría pero siempre relacionado con lo que se busca demostrar en la investigación.

D. Justificación-

Una vez que se ha seleccionado el tema de investigación, definido por el planteamiento del problema y establecidos los objetivos, se debe indicar las motivaciones que llevan al investigador a desarrollar el proyecto. Para ello se debe responder a la pregunta de: ¿POR QUÉ SE INVESTIGA?

E. Limitaciones

Es pertinente dar al problema una formulación lógica, adecuada, precisar sus límites, su alcance, para ello es necesario tener en cuenta los siguientes factores:

· Viabilidad: lo importante es que el investigador debe verificar la posibilidad de conseguir fuentes de datos para el desarrollo de su estudio, ya sean del grado primario o secundario.
· Lugar o espacio donde se llevará a cabo la investigación.
· Tiempo, si el asignado me da la cobertura del estudio o debo disponer de uno en caso de imprevistos.
· Financiación, si voy a implementar algo que cantidad de dinero dispongo para ello o si solo será un estudio de factibilidad.


II.- MARCO DE REFERENCIA

Es importante señalar en el proyecto la estrecha relación entre teoría, el proceso de investigación y la realidad, el entorno. La investigación puede iniciar una teoría nueva, reformar una existente o simplemente definir con más claridad, conceptos o variables ya existentes.

A. Fundamentos teóricos.

Es lo mismo que el marco de referencia, donde se condensará todo lo pertinente a la literatura que se tiene sobre el tema a investigar. Debe ser una búsqueda detallada y concreta donde el tema y la temática del objeto a investigar tenga un soporte teórico, que se pueda debatir, ampliar, conceptualizar y concluir. Ninguna investigación debe privarse de un fundamento o marco teórico o de referencia.
Es necesario que el grupo de trabajo conozca y maneje todos los niveles teóricos de su trabajo, para evitar repetir hipótesis o planteamientos ya trabajados. La reseña de este, aparte del proyecto, se debe clarificar para indicar qué teórico(s) es el que va a servir de pauta en su investigación.
Estos fundamentos teóricos van permitirán presentar una serie de conceptos, que constituyen un cuerpo unitario y no simplemente un conjunto arbitrario de definiciones, mediante el cual se sistematizan, clasifican y relacionan entre sí los fenómenos particulares estudiados.

B. Antecedentes del tema.

Cabe aclarar que en este punto entrará en juego la capacidad investigadora del grupo de trabajo, aquí se condensará todo lo relacionado a lo que se ha escrito e investigado sobre el objeto de investigación.

Hay que diferenciar entre teóricos consultados y antecedentes del problema, ya que a veces confundimos los dos aspectos: El primero – los teóricos- son los planteamientos escritos sobre el tema que va tratar en su objeto de investigación, y los antecedentes del problema, son las investigaciones que se han hecho sobre el objeto de investigación y te pueden servir para ampliar o continuar su objeto de investigación; en algunos casos servirá para negar y/o criticar su objeto de investigación, cuando esto suceda se entra a elaborar postulados que más tarde entrarán a formar el campo de las investigaciones negativas, sector aún sin explotar a fondo, porque en la mayoría de los trabajos de investigación nos limitamos a ampliar sobre conceptos trabajados o a plantear nuevos postulados pero siempre con una alta carga de complemento sobre lo investigado.
Es hora de que se inicie un proceso de negación a muchas investigaciones que están en los anaqueles de las bibliotecas de las diferentes universidades del país sin haber aportado nada a la construcción del conocimiento en cualquiera de sus modalidades.

Es oportuno recordar que la citación de los antecedentes se pueden elaborar con base en fechas y/o cronogramas de otros proyectos realizados, pero es indispensable citar la fuente de consulta.


C. Elaboración de hipótesis.

Es una proposición de carácter afirmativo enunciada para responder tentativamente a un problema. Se plantea con el fin de explicar hechos o fenómenos que caracterizan o identifican al objeto de conocimiento.

v Hipótesis de primer grado: describe hechos o situaciones del objeto de conocimiento, los cuales aunque son conocidos por el saber popular, pueden ser sometidos a comprobación.

v Hipótesis de segundo grado: establecen una relación causa – efecto (sí X entonces Y). Esta afirmación se demuestra y verifica por su vinculación con un modelo teórico.

v Hipótesis de tercer grado: se afirma la presencia de relaciones existentes entre variables complejas. Sugiere explicaciones entre fenómenos de mayor extensión.

v Hipótesis nula: aquella por la cual indicamos que la información a obtener en contraria a la hipótesis de trabajo.


D.- Identificación de las variables.

Toda hipótesis constituye, un juicio, o sea una afirmación o una negación de algo. Sin embargo, es un juicio de carácter especial. Es realmente un juicio científico, técnico o ideológico, en cuanto a su origen o esencia. Siendo así, toda hipótesis lleva implícita un valor, un significado, una solución específica al problema. Esta es la variable, o sea el valor que le damos a la hipótesis. La variable viene a ser el contenido de solución que le damos al problema de investigación.

v Variable independiente: El valor de verdad que se le da a una hipótesis en relación con la causa, se denomina variable independiente.

v Variable dependiente: Denominamos de esta manera a las hipótesis cuando su valor de verdad hace referencia no ya a la causa, sino al efecto.

v Variable interviniente: Será aquella cuyo contenido se refiere a un factor que ya no es causa, tampoco efecto, pero sí modifica las condiciones del problema investigado.


III.- METODOLOGIA

A.- Diseño y técnicas de recolección de información.

En este aspecto, debe condensar toda la información relacionada con el cómo va a realizar su trabajo objeto de estudio, qué parámetros van a utilizar si se apoyará en datos estadísticos, qué evaluará de toda la información. RECUERDE SIEMPRE: NO TODA INFORMACION LE SIRVE PARA SU TRABAJO. Debe seleccionar qué sirve de una entrevista, de un artículo de revista, de un comentario ya sea radial, textual o de otra índole.

Se debe citar la fuente al igual que las personas que van a proporcionar los datos, recuerde mencionarlos aquí y en forma especial y detallada los RECURSOS ya sean humanos o institucionales.

B.- Población y muestra.

Población o universo es cualquiera conjunto de unidades familiares o elementos como personas, aulas, escuelas, municipios, empresas, etc. , claramente definidos para el que se calculan las estimaciones o se busca la información. Deben estar definidas las unidades, su contenido y extensión.

Cuando es imposible obtener datos de todo el universo es conveniente extraer una muestra, subconjunto del universo, que sea representativa. En el proyecto se debe especificar el tamaño y tipo de muestreo a utilizar: estratificado, simple al azar, de conglomerado, proporcional, sistemático, etc.


C.- Técnicas de análisis:

Para poder definir las técnicas de análisis, se debe elaborar, con base en las hipótesis generales y de trabajo, un plan o proyecto tentativo de las diferentes correlaciones, especificando:

Sistema de codificación y tabulación.

Serán las técnicas estadísticas para evaluar la calidad de los datos. Comprobar las hipótesis u obtener conclusiones.


D.- Índice analítico tentativo del proyecto:

Es aconsejable elaborar un índice analítico tentativo que de una visión general de las partes o capítulos que va a contener el trabajo a realizar.

E.- Guía de trabajo de campo:

En algunos proyectos de investigación es necesario presentar una guía de trabajo de campo, para su elaboración se pueden seguir los siguientes pasos:

Estudio previo o sondeo.

Diseño de la muestra.

Preparación de los materiales de recolección de datos.

Equipo de trabajo necesario: grabadoras, cámaras fotográficas, filmadoras, etc.

Selección y entrenamiento de personal.

Revista y prueba experimental de las etapas anteriores.

Recolección de datos, ya sea primarios o secundarios.

Elaboración del informe del trabajo de campo.

Estimación del personal necesario y costos.


IV.- ASPECTOS ADMINISTRATIVOS.

En ésta sección se debe ubicar los aspectos administrativos del proyecto, ésta etapa tiene una mayor importancia para aquellos proyectos que se presentan para obtener financiación, total o parcial.

A.- Recursos humanos.

Relacionar las personas que participarán: asesores, equipo de recolección de datos, etc., especificando la calificación profesional y su función en la investigación.

B.- Presupuesto.

Se debe presentar un cuadro con los costos del proyecto indicando las diferentes fuentes, si existen, y desglosando la cuantía de cada sector e la investigación.

Presentar un cronograma financiero que cubra todo el desarrollo del proyecto.


C.- Cronograma.

Es un plan de trabajo o un plan de actividades, que muestra la duración del proceso investigativo. El tipo de Cronograma recomendado para presentar el plan de actividades que orienten un trabajo de investigación es el de GANTT. Las actividades aquí indicadas no son definitivas. La especificación de las actividades depende del tipo de estudio que se desea realizar.


CRONOGRAMA

ACTIVIDADES
TIEMPO
1. - ASESORIA METODOLOGICA

2. - PROPUESTA

3. - OBSERVACIONES

4. - DISEÑO DEL PROYECTO

5. - OBSERVACIONES

6. - PROYECTO

7. - OBSERVACIONES

8. - ENCUESTA

9. - CLASIFICACION DE MATERIAL

10. - TRATAMIENTO INFORMACIÓN

11. - ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN

12. - REDACCIÓN

SEMANAS
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14.


V.- BIBLIOGRAFÍA

En la bibliografía se registran las obras que tratan del tema, implícita o explícitamente, no es recomendable citar obras de cultura general, como enciclopedias, diccionarios, etc.

La lista bibliográfica o referencia bibliográfica puede subdividirse en dos partes:

Fuentes bibliográficas consultadas.

Fuentes bibliográficas para consultar.

Recuerde: Este es un esquema del proyecto de investigación, una guía de lo que va a investigar, EN NINGÚN CASO ES LA INVESTIGACION COMO TAL.

miércoles, 22 de agosto de 2007

¡Hay que educar para liberar!

Educar para liberar...

Cuando en la “Política” Aristóteles analiza las causas de la inestabilidad de los regímenes políticos aborda las medidas para la permanencia, escribe: “Pero entre todas la medidas mencionadas para asegurar para asegurar la permanencia de los regímenes políticos es de la máxima importancia la educación de acuerdo con el régimen, que ahora todos descuidan. Por que de nada sirven las leyes más útiles, aun ratificadas unánimemente por todo el cuerpo civil, si los ciudadanos no son entrenados y educados en el régimen”. Y, en pocas palabras, Platón ya había condensado el tema: “Lo que quieras para la ciudad, ponlo en la escuela”.Había nacido así la importancia de la socialización o la educación en los valores de un régimen para lograr la permanencia del mismo. Si esta premisa no se da, esa subsistencia no se consigue nada más que mediante el permanente recurso a la fuerza.Esta problemática, pasados los siglos, encuentra especial interés al finalizar la 2da. GM. Las democracias vencedoras se preguntan por lo ocurrido en los regímenes totalitarios perdedores y topan con los procesos de adoctrinamiento en ellos habidos. Y resucita con fuerza el interés por educar a los ciudadanos en una cultura cívica, ciudadana, como empresa de gran calado. Autores como Almond y Veba habían estudiado los componentes de la llamada “mentalidad autoritaria”. Ahora lo que resultaba urgente era un profundo interés justamente por lo contrario: Por una mentalidad democrática. Y los resultados pueblan ya bibliotecas. El “cives”, el ciudadano, era el habitante de la “civitas”, de la ciudad. Y quienes permanecía fuera de sus lindes eran los llamados “bárbaros”. Si de aquellos se partía, la educación de los ciudadanos comportaba dos menesteres: Eseñarles las pautas para poder ser ciudadanos llamados a una norma de convivencia que tenía que practicar y, en segundo lugar, asumir los valores del régimen democrático establecido.En nuestro país, lo esbozado adquiere especial importancia por el sencillo hecho de que, al legar la transición, lo que el anterior régimen político nos legaba era una clara mentalidad autoritaria, sostenida durante largas décadas y como algo mucho más importante que su ideología que en muy poco grado existió, salvo sus primeros años. Teníamos y tenemos delante una importante empresa. De aquí, la puerta a la esperanza de que, por fin un nuevo plan de estudios anunciado por las autoridades actuales, venga asumir esta tarea mdiante la implantación de una asignatura (...) que otros países poseen hace tiempo.¿Por qué? Ignoro quien sea el autor de la frase, pero me parece cierta: Sencillamente, porque nadie nace demócrata, sino que nos hacemos demócratas. Es decir, vamos bebiendo, viviendo y practicando los valores propios de la convivencia en democracia. Vamos asumiendo que la verdad política no puede ser nunca dogmática y quizá por ello todos pueden tener su parte de verdad. Que, en la legítima competencia política, el contrincante es un adversario y nunca un enemigo. Asumir los valores de la participación, la responsabilidad y, en su caso, el saber perdonar y pedir perdón. Colocar el diálogo como único instrumento en la contienda. Asumir al distinto y a lo distinto. Valorar la paz y saber que hay que construirla cada día: “Si quieres la paz, prepara la paz”. Hacer compatible el amor a la patria con el sentirse ciudadano del mundo y, por esto, no permanecer impasible ante sus abundantes desgracias. Saber que vale más la autoridad que la potestad. Cumplir con los deberes que el Estado (que es el velador de la ciudadanía) reclama y no caer en el engaño al mismo. Apreciar el pluralismo en todas sus facetas. Y seguiríamos una larga lista más... Pero hay que aludir a dos puntos clave. Ante todo, no confundir la educación con el adoctrinamiento. Esto último es propio de los regímenes totalitarios que imponen una ideología ya establecida y, por ende, no democrática. Ni ideología del partido en el poder, ni ideología plasmada en las instancias del Estado. El adoctrinamiento, por sutil que sea, apela siempre a la fuerza. Y está llamado al fracaso cuando la fuerza desaparece o se debilita.
Y, en segundo lugar y a pesar del enorme valor que a la enseñanza escolar damos, la educación en democracia tiene que hacerse, igualmente, a través de otras muchas instancias: La familia, el grupo de juego, el mismo partido, los medios de comunicación. El gran maestro Giovanni Sartori, autor de “Sociedad teledirigida”, ha destacado con énfasis el insoslayable papel del llamado “videopoder”. ¡Y aquí sí que queda largo camino por recorrer en este menester educativo! Que no se haga esperar, que se produzca una rápida intervención estatal. No se olvide el principio fundamental: La educación en valores democráticos, cívicos y constitucionales es algo que va “desde la cuna hasta la tumba”. Es una empresa para toda la vida. Que, entre todos, convirtamos la citada esperaza en gran éxito.